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La reputación de las empresas de gestión de cobro

En España, a pesar de la necesidad que tienen las empresas de poder gestionar adecuadamente sus impagados debido al problema endémico de morosidad que existe, las empresas de recobro todavía no se utilizan como en el resto de los países europeos.

No existe ninguna ley, orden ministerial o reglamento que regule esta actividad, por lo que, debido a esta laguna jurídica, en el sector del recobro existe una gran heterogeneidad en lo que se refiere a las empresas que operan en el mercado.

El último intento de promulgar una normativa sobre la gestión privada de deudas tuvo lugar en enero de 2010. No obstante, esta iniciativa acabó en vía muerta parlamentaria con el cambio de legislatura.

En Francia las empresas de recuperación de deudas deben cumplir imperativamente con determinados requisitos legales desde 1996. Por esto la recuperación de impagados en el país vecino –como en el resto de la UE– es una actividad que goza de prestigio profesional. Las empresas que se dedican a ello cumplen con formalidad y eficacia su cometido por lo que cuentan con la confianza de los clientes usuarios de estos servicios, y son muy utilizadas por las empresas que tienen deudas por cobrar.

La inmensa mayoría de empresas y profesionales que en nuestro país se dedican al recobro de créditos impagados utilizan métodos absolutamente legales y lícitos, pero también es verdad que existen otros (que no es necesario nombrar por ser sobradamente conocidos) que usan métodos poco ortodoxos, incluso cercanos a la extorsión, debido al vacío legal comentado.

La explicación de por qué el nivel de contratación de empresas de recobro en España no es el mismo que el existente en el resto de Europa se puede deber precisamente a la imagen deformada que proyectan situaciones de «persecución y acoso» de los morosos. Este fenómeno ha provocado el recelo de muchos empresarios, que ante la posibilidad de que se puedan emplear métodos coactivos contra sus deudores/clientes, prefieren no acudir a las empresas de recobro. Evidentemente, ninguna empresa seria quiere ver perjudicada su imagen corporativa utilizando métodos poco éticos con sus clientes, por muy morosos que sean.

No obstante, es lamentable e injusto que el comportamiento ilícito de unas pocas malas empresas haya empañado la imagen de todo el sector, pues en su inmensa mayoría se trata de empresas serias que llevan años prestando sus servicios con todo rigor, ética y profesionalidad y que merecen toda confianza.

Es necesario y positivo que las empresas adquieran el hábito de externalizar el recobro de sus impagos mediante la contratación de los servicios de recuperación de impagados de agencias cuyo método de trabajo se basa en la utilización de conocimientos legales y financieros, psicología aplicada, relaciones humanas, mediación y negociación efectiva. Estos profesionales de la recuperación de deudas emplean la negociación y comunicación para conseguir sus objetivos puesto que el recobro de los impagados debe basarse en la negociación efectiva con el deudor y no en el enfrentamiento o la utilización de métodos coactivos en su contra.