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Bankinter lanza la firma digital para los préstamos ICO con el fin de dar mayor rapidez al cierre de las operaciones
El banco comienza a recibir solicitudes de pymes y autónomos para acceder a la Línea ICO respaldada por un segundo tramo de avales del Estado aprobados el jueves pasado.
Bankinter acaba de poner en marcha la firma digital específica para contratar los créditos avalados por el Estado que se enmarcan en la línea ICO creada para paliar el impacto provocado por el COVID-19 en las empresas, en general, y las pymes, en particular, además de en los autónomos.
Desde este lunes, las solicitudes por parte de empresas y autónomos clientes que pasen ya a la fase de firma podrán cerrarse de forma más rápida gracias a la nueva solución tecnológica desplegada por Bankinter. Esta forma de firma por parte de titulares de las empresas y apoderados cuenta con la total garantía de validez legal.
El procedimiento es muy sencillo ya que el cliente solo tendrá que introducir la clave OTP (One-Time Password), una contraseña de un único uso. También puede elegir firmar la contratación del crédito a través del certificado digital si dispone del mismo.
La ayuda a las empresas en un momento como el actual es una prioridad para Bankinter y, por ello, la entidad activó de forma inmediata los créditos adheridos a la Línea ICO, que tiene aprobado un primer tramo de avales. Tras la aprobación del segundo tramo de avales por el Consejo de Ministros del pasado viernes, Bankinter ha comenzado a recibir solicitudes de pymes y autónomos, que se unirán a las que no puedan entrar en la parte correspondiente al primer tramo de avales.
Además de esta acción, el banco ha lanzado medidas específicas para las empresas dentro del ya anunciado plan de choque para amortiguar los efectos financieros de la pandemia Entre ellas, figuran las carencias en los préstamos para determinados clientes, además de post-financiación confirming, así como carencia y ampliaciones de plazo en los leasing, tanto para pymes como para autónomos. Además, se incluye la posibilidad de que las empresas puedan destinar los préstamos preautorizados -previstos inicialmente para el pago de impuestos y seguros sociales- a cualquier otra finalidad. A ello se suma que pueden incrementar o bien recolocar los límites no usados de la ‘financiación multilínea’, un producto que permite a aunar en una sola línea de crédito todas las necesidades de financiación.