Entrevista

"Un mayor nivel de digitalización permite a las organizaciones ampliar el alcance de sus objetivos estratégicos en el ámbito de la RSC"

La Responsabilidad Social Empresarial se ha convertido en un aliado clave en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por la ONU. Un compromiso que las empresas deben asumir para impulsar un crecimiento socio-económico responsable. Hoy entrevistamos a Rocío Pérez de Sevilla, directora de Posicionamiento corporativo en Atrevia y coordinadora de la Comisión de RSC de La Chambre sobre el papel que juegan las compañías en este marco.

Nos encontramos en pleno desarrollo de la Cumbre Mundial del Clima (COP25) en Madrid.

En este marco, ¿crees que el papel de las empresas es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que están fijados en la Agenda 2030? ¿es algo que depende solo de las grandes compañías?

Aunque el resultado se vea necesariamente condicionado por el tamaño y recursos de cada empresa, sí que es importante que haya una verdadera toma de conciencia de la necesidad de poner todos los esfuerzos posibles en al servicio de la consecución de estos objetivos.

 

¿En qué posición se encuentra el tejido empresarial de España y Francia en esta materia?

Lo que hemos podido observar desde la Comisión de RSC de la Cámara Franco-Española es, además de un interés creciente y constatable en la materia, un importante aumento de las iniciativas y programas que las empresas, en número y en alcance.

Ha sido además muy satisfactorio comprobar los buenos resultados y el compromiso de continuidad y mejora de las prácticas que las empresas de la Comisión han puesto en común.

Nos encontramos ante un momento en que los consumidores se mueven cada vez más por decisiones de compra más responsables.

¿Cómo crees que están asumiendo los consejos de dirección de las empresas estas nuevas demandas?

Hay una mayor conciencia e implicación de los consejos de dirección. Muchas empresas  han llegado a ese punto motivados por la escucha al consumidor y su necesidad de dar respuesta a las exigencias del mismo y otras, quizá menos condicionadas por el usuario final, movidas por los  recientes cambios legislativos en la materia.

En tu opinión, ¿cuáles son los mayores retos a los que deben hacer frente las empresas en materia de Responsabilidad Social Empresarial?

La comunicación y la rendición de cuentas.  Es importante que las empresas vayan más allá del reporte obligatorio y desarrollen políticas de comunicación multistakeholder que les garanticen, por un lado, impactar en todos sus públicos objetivos con aquellas iniciativas que les suman a la reputación y, por otro el control del relato de no cumplimiento de aquellas que pueden percibirse como incumplidas.

Desde este 2019, tras la entrada en vigor de la nueva Ley 11/2018 en materia de Información No Financiera y Diversidad se implantó la obligatoriedad de presentar informes con las políticas de sostenibilidad de las compañías.

¿Cómo ha afectado esto a las empresas?

En este primer año la mayor afectación tiene que ver con las dificultades propias de la novedad. Por ejemplo, la obligatoriedad de reportar sobre aspectos que no se tienen medidos o, en muchos casos, la complejidad de recopilar la información necesaria dentro de la organización.

Pero el cambio está llamado a ser mucho más profundo porque las empresas se enfrentan a un “cumple o explica” y la RSC ha entrado en las agendas de los consejos de dirección y ambas circunstancias provocan necesariamente que las compañías trabajen por hacer y contar lo que hacen mejor.

Desde tu expertise, ¿de qué manera crees que puede ayudar a las empresas el proceso de digitalización que estamos viviendo a la hora de impulsar iniciativas de sostenibilidad, tanto a nivel interno como externo?

La digitalización tiene la facultad de ayudar a las empresas a mejorar procesos y ser más eficientes. Desde el momento que la sostenibilidad se convierte en un eje transversal del negocio, se ve impactada por esa mejora.

Por lo tanto, un mayor nivel de digitalización permite a las organizaciones ampliar el alcance de sus objetivos estratégicos también en el ámbito de la RSC.

En la Comisión de RSC de la Cámara Franco-Española, que presides, estáis desarrollando un libro blanco de buenas prácticas en materia de RSC. ¿Qué tipo de tendencias estáis viendo que se están desarrollando en este área?

La primera tendencia que destacaría tiene que ver con el volumen de iniciativas que hemos recopilado. Es llamativo, si tenemos en cuenta que hemos inventariado proyectos de las 20 empresas que forman parte activa de la Comisión y tenemos 70 iniciativas. Podemos inferir, por tanto, que el compromiso de las empresas con la RSC es evidente.

Otra reflexión tiene que ver con la voluntad vs la disponibilidad  de recursos. Este “libro blanco” quiere servir de modesta inspiración para otras empresas que estén buscando fórmulas para crecer en el ámbito de la sostenibilidad. En él hemos reflejado el éxito de iniciativas de todo tipo de compañías y es revelador ver el impacto de algunas de ellas que en principìo no han contado con grandes recursos para su desarrollo.

¿Qué aporta este tipo de grupos de trabajo, como la Comisión de RSC de la Cámara franco-española, a las empresas que forman parte de ellos?

Aporta diferentes cosas. Por un lado, compartir conocimiento y aprender de las experiencias que, de primera mano, exponen las empresas. Es habitual, por ejemplo, que si alguno de los  integrantes de la Comisión conoce una iniciativa u organización interesante, proponga al resto la posibilidad organizar una presentación para que todos tengamos acceso a esa información.

Es sin duda un buen foro para exponer dudas y retos. Sobre todo este año de novedades legislativas e incertidumbre política, y aprender de cómo los demás los han enfrentado o, como poco, prever futuros desafíos.

Además, es una herramienta muy valiosa de networking para las empresas que participan que hemos tenido la oportunidad, por ejemplo, de invitar al resto a conocer nuestras respectivas oficinas y acercarse un poco más a lo que hace nuestra compañía.

Rocío Pérez de Sevilla es licenciada en Ciencias de la Información, Periodismo, por la Universidad Complutense. También posee un Máster en Comunicación Empresarial e Institucional.

Antes de incorporarse a Atrevia en 1999, trabajó en diferentes medios de comunicación como Canal Málaga TV, Cope Málaga o PTV. En sus más de 20 años de experiencia ha trabajado desarrollando estrategias de comunicación para empresas de diferentes sectores.

Dirige el área de Posicionamiento Corporativo de Atrevia.

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