Nuestra visión sobre
Metodología Agile: qué es, cuáles son sus ventajas y aplicaciones
La metodología Agile es una novedosa manera de gestionar los proyectos empresariales que cada día utilizan más organizaciones, gracias a la flexibilidad y a la eficiencia. Un sistema de trabajo que en la actualidad, y dada la generalización del teletrabajo debido al coronavirus, puede traernos grandes ventajas
Mostramos a continuación en qué consiste y cómo beneficiarnos de esta técnica utilizando los pilares de su aplicación.
¿En qué consiste la metodología Agile?
La metodología Agile es una nueva manera de gestionar los proyectos de las empresas que se basa, principalmente, en su optimización. En definitiva se trata de dividir los proyectos en pequeñas partes que tienen que completarse y entregarse en plazos cortos, durante los cuales los miembros del equipo debe ejecutar determinadas tareas. Una vez finalizados estos plazos de tiempo, llamados sprints, se entregan los avances y se inicia el proceso de nuevo. De esta forma iremos entregando poco a poco diferentes piezas del proyecto al cliente que puede ir marcando prioridades e introduciendo cambios.
En sus inicios, la metodología estaba enfocada exclusivamente al desarrollo de softwares. Sin embargo, en la actualidad cuenta con ciertos pilares básicos que se pueden aplicar a todo tipo de proyectos en las organizaciones:
- Una de las claves es la cercanía con el cliente, que va más allá de las herramientas de interacción estableciendo una relación constante.
- Adaptación a los cambios. Incluso aunque hubiera un proceso previo establecido, esta metodología se caracteriza por la flexibilidad y la adaptación ante nuevos escenarios.
- En esta metodología, la cercanía entre las personas, la colaboración y el trabajo en equipo dentro de la empresa, así como en la relación con el cliente son esenciales. Es importante establecer una rutina diaria de puesta al día a través de reuniones, que pueden ser de forma telemática, a través de herramientas como Skype, Slack o Hangouts de Google.
En la actualidad, cada vez son más las empresas que se suman a esta técnica gracias a los buenos resultados que da de cara a la flexibilidad en el desarrollo de los proyectos, a la innovación y a la relación de calidad y tiempo en la gestión de estos, lo que se traduce en una gran eficiencia.
¿Dónde radican sus beneficios?
La metodología de la que venimos hablando se ha convertido en un must en la mayor parte de las empresas más famosas a nivel internacional, ya que el primero de los beneficios que el empirismo ha demostrado ha sido una mayor productividad en las organizaciones y en la gestión de sus proyectos. La mayor productividad siempre va de la mano de la eficiencia y, a su vez, de un aumento en la velocidad del trabajo.
La metodología consiste en mejorar la relación dentro del equipo y con el cliente; esta es la esencia, ya que el capital humano es el mayor valor tangible dentro de cualquier organización. Así, además de la versatilidad, la eficacia, la flexibilidad, la productividad, la transparencia y la velocidad, veremos un beneficio claro en el resultado final, que será el incremento en la calidad del producto que resulte de dicho trabajo.
Principales aplicaciones de la metodología Agile
Ahora que conocemos las ventajas de lametodología Agile, debemos saber cómo podemos aplicarla. El primer paso, tal y como hemos mostrado, es el trabajo en equipo, la confianza en sus miembros y la motivación. El segundo es cambiar la visión que tenemos de los imprevistos, y comenzar a ver su gestión como una ventaja frente a la competencia. Además, esta flexibilidad aumentará la satisfacción del cliente, que deberá ser una prioridad.
La transparencia en las aplicaciones de lametodologia Agile es también fundamental. Deben hacerse reuniones periódicas entre los miembros de la empresa, así como proporcionar información constante al cliente, tratando de hacer entregas en periodos cortos. Los procedimientos que realicemos deberán ser eficientes y sostenibles, al igual que el producto final.
La metodología Agile se centra en el bienestar de los trabajadores y de los clientes, que interactuarán de forma conjunta para alcanzar una mayor eficiencia y unos resultados de calidad. Un sistema de trabajo que en momentos cambiantes como los que vivimos actualmente pueden impulsar la productividad interna y la mejora de los proyectos que tenemos en marcha, creando una relación más estrecha entre equipos y clientes, incluso en entornos de trabajo en remoto